Revelando la verdad en forma de bendiciones

No hay que mantener criterios acerca de la Verdad, pero hay que revelar la Verdad, sea como sea, y esta Verdad debe encontrar en nosotros un punto de coincidencia de tal elevada perspectiva, que nuestra vida se convierta en una bendición para los demás.
“El Agni Yoga en la Vida Social Humana,  Conferencia Madrid 24 de mayo de 1981
 
Entonces, lo que hacemos siempre es situar a la mente como una barrera con el corazón, y a esto llamamos disciplina. Disciplina, hermanos míos, es esfuerzo, y no se puede llegar a la Verdad con esfuerzo, porque la Verdad carece de esfuerzo y carece de disciplina; es como la pureza, cuando se persigue la pureza a través de la disciplina se pierde la pureza instantáneamente, y donde existe pureza no hay disciplina y donde existe disciplina no puede haber pureza.
 
Entonces, por esto es que no puedo noblemente y honradamente asignar una disciplina determinada para ser mejores, para crecer espiritualmente, porque esto falso.
 
No se puede crecer en la Verdad, la Verdad está aquí, es todo cuanto nos rodea, es toda nuestra vida, y la meditación, tal como solemos hacerla, es esta fracción de nosotros mismos que dedicamos a la disciplina, ¿y cómo podrá un fragmento de nosotros mismos comprender la absoluta grandeza del Yo, el Absoluto de nosotros? Pues bien, la única disciplina, y es la disciplina que conduce a la liberación humana, es la atención, es la observación constante de los hechos que suceden dentro y fuera de todos nosotros, nada tiene que ver con el ritmo de lo tradicional.
 
Estoy tratando a Uds. como discípulos, no como párvulos que van buscando disciplinas y el Maestro asigna disciplinas a sus párvulos, sino que les considero, como digo, discípulos, personas creadoras, llenas de fe en el ideal, y Uds. lo están demostrando que puedo decirles esto, porque están por encima, están empezando a trabajar más allá de la parcela buscando lo Absoluto, la grandeza inmensa del Ser.
 Conferencia de 7 de octubre de 1985