«Si os interesa la cuestión de la discusión se puede discutir pero no siempre está el Maestro en las discusiones, porque un alegato mental no tiene importancia ante el Maestro; ante el Maestro tiene más importancia esta actitud, este silencio expectante, esta práctica de la virtud interior, porque en ese silencio están envueltas todas las palabras y toda la experiencia posible en nuestra vida en calidad de discípulos o de aspirantes espirituales.»
Aspirando a la Iniciación, conferencia 16 noviembre 1981