«Podríamos considerar que la Liberación del karma, y tal es el verdadero sentido de la Liberación, se inicia cuando en el presente ya no luchamos con las consecuencias del pasado, sino que las consideramos un efecto vital en el orden psicológico que precisa de reorientación, de armonía o de reajuste.»
Conversaciones Esotéricas, 1ª edición digital, p.152
La liberación final, o la entrada del ser humano en el Reino divino, tiene lugar precisamente cuando “los últimos rescoldos del cuerpo solar se ha fundido en el crisol misterioso de los hijos del espacio, una especie particular de devas que asisten en todo proceso de Iniciación”. Lo que sigue ya es conocido; el Maestro de Sabiduría o Adepto entra a formar parte de la Jerarquía planetaria como un Agente consciente del Logos planetario, en virtud de su unificación con la chispa divina que llamamos Mónada o Ser esencial espiritual.