“Tal como nos decía hace muy poco el Maestro en el Ashrama, visando la panorámica de la Nueva Era, «…el único cuidado del discípulo es vivir muy atento, apercibido ante el tremendo alud de las circunstancias kármicas abatidas sobre el planeta por efecto de una invocación incomprensible, por parte del Señor del Mundo, de extraordinarias energías cósmicas».
Tal es el inicio de la actividad psicológica que yo denomino de serena expectación, a partir de la cual la Voluntad divina que gobierna el conjunto de la Naturaleza establece contacto con el Corazón del discípulo, llenándolo de Fuego y de Decisión… AGNI YOGA, por tanto –y visto muy esotéricamente– es un supremo acto de sumisión, un dejarse moldear por el Alfarero Divino de la Conciencia superior. ”
Introducción al Agni Yoga, 1ª edición electrónica, p.87