Estar atentos es un deber humano, no una mera disciplina visualizando alguna meta de desarrollo psíquico. Estableced claramente esta diferencia y aprovechad su comprensión.
En la medida que vuestra atención se vaya extendiendo a todas las áreas del ser, en la medida que la intención monádica pueda ser consciente de los tres mundos del esfuerzo humano a través de la profundidad de vuestra atención, iréis siendo advertidos de cosas, de reinos y de mundos que todavía constituyen misteriosas incógnitas o lugares sagrados, velados todavía a vuestra investigación espiritual. Pero en la asiduidad y profundidad de vuestra atención iréis resolviendo con éxito vuestro intento como discípulos. Resumiendo…-dijo el Maestro finalizando Su respuesta a la cuestión formulada-, la serena expectación es la intención de Dios expresando a través de la atención del hombre Su sagrado intento de ser consciente de la vida de la humanidad, para liberarla de los acontecimientos kármicos y elevarla luego a su más glorioso y elevado destino».
Diario Secreto de un Discípulo, p. 66