La Gran Invocación

“Resumiendo el proceso de La Gran Invocación en relación con sus fuentes de procedencia, podemos decir que su gestación tuvo un origen cósmico debido a una gran necesidad mundial, a una crisis dentro de la Jerarquía y a la invocación planetaria del Señor del Mundo con respuesta solar, es decir, del propio Logos o Dios del Universo…”

Los Misterios del Yoga, capítulo XII.

Cuando empezaba a recitar la Gran Invocación, una fórmula de gran poder que siempre me conectaba con la energía de los Altos Lugares, ruidos por todas partes de la habitación me impedían coordinar las distintas estrofas de la misma. La imagen de Cristo que habitualmente percibía con gran nitidez y me servía de luminoso punto de referencia en mis meditaciones, era suplantada por imágenes horribles y bestiales.

La vida de un discípulo no es, sin embargo, una vida común y corriente, entendiendo por ello un plegamiento sin lucha y sin resistencia al fluir de lo habitual es, por el contrario, una vida de esfuerzo y de sacrificio que ha de conducir a la perfecta integración espiritual. Como se dice muy bien en ciertos textos sagrados relativos a la vida de un discípulo en encarnación física: “La peor tentación es vivir sin tentaciones”, pues la tentación hace surgir a flor de conciencia las debilidades ocultas del discípulo