Libertad

«Si la Vida somos nosotros, si somos el Espíritu, y por lo tanto, somos realmente libres, ¿por qué buscar la verdad que somos nosotros mismos fuera de nosotros mismos? ¿Por qué acudir a la tradición? ¿Por qué adorar los vestigios de un pasado? ¿Por qué someter nuestro espíritu a los demás, sea a través de las creencias, de las religiones, de la fe en los antepasados? ¿O es que hemos perdido la capacidad de decidir libremente nuestra acción creadora?»

La Libertad Genuina del Hombre, conferencia en Buenos Aires, 22 de octubre de 1985.

Ustedes objetarán seguramente que hay una infinita libertad de elección en lo que respecta a “caminos a seguir” y que debido a esta eximia libertad, totalmente incondicionable en sí misma, nos resultará sumamente fácil establecer caminos y crear metas y destinos, aunque no estén de acuerdo con las orientaciones de nuestro RAYO espiritual.