Nuestra tarea eterna

Existe un desequilibrio general y todavía el odio, la crueldad y el íntimo sentimiento separativo corroe las entrañas de la Raza. Así, en tales condiciones, puede aparecer como un contrasentido el tratar de confeccionar un código de valores humanos basados en la fraternidad, el orden y la justicia. Sin embargo, tal es la tarea eterna que ha de emprender el ser humano que ha logrado contactar con ciertas áreas de poder espiritual y darse cuenta de que todos los demás seres humanos están debidamente impuestos de idénticos valores y principios y que, por tanto, también pueden y deben esforzarse por establecer contacto con aquel centro de paz inalterable, dentro del corazón, en donde no existen tensiones, conflictos ni miedo.

Introducción al Agni Yoga. 1ª Edición digital, pág 9.