Luz y Fraternidad

Según se nos dice ocultamente los Ángeles solares constituyen los Pétalos del Sacrificio dentro del Corazón de la Divinidad y, tal como es de ley en sus vidas, se sacrifican edad tras edad, ciclo tras ciclo, ayudando al fatigado peregrino monádico en el lento y doloroso camino de la Redención.

Aún moviéndose dentro de unas fronteras o círculos infranqueables impuestas por el Señor del Universo delimitando perfectamente el Alfa y Omega de su destino trascendente, los Ángeles solares son enteramente libres por su condición de Adeptos de aceptar o de rechazar el Sacrificio que les aleja del NIRVANA. Sin embargo se sacrifican y lo hacen con “gozosa complacencia” -tal como puede leerse en algunos tratados profundamente místicos del pasado porque la esencia de sus vidas es Fraternidad y dentro de nuestro Universo de segundo Rayo no existe fraternidad sin una etapa preliminar de sacrificio.

De esta Fraternidad, que cada Logos planetario interpreta y revela de acuerdo con su tipo de Rayo y grado de evolución cósmica, arrancan las líneas fundamentales de relación y ambiente social de los Dioses. Y es inducido por este Espíritu de Fraternidad que nuestro gran Hermano, el Señor BUDDHA, desciende año tras año a la Tierra durante el Festival místico de WESAK para ayudar a la humanidad a despertar a la vida espiritual y aportarles un hálito de aquella omnipotente Luz de la que emana la Fraternidad y guía el proceso infinito de la expansión cósmica.

Conversaciones Esotéricas, 1ª edición digital página 135

Unión con Dios

«…precisamente lo único que pretende el esoterismo hoy en día, podríamos decir en esta era cíclica, es que desaparezcan los intermediarios entre el Yo y el propio Dios.»

De la conferencia Adaptación a través de la comprensión, 9 de abril de 1983

Dios está en nosotros

«Si cuando hablamos de Dios -no en el sentido pragmático sino en el sentido metafísico, no en un sentido filosófico sino en un sentido muy íntimo porque lo sentimos alentar en nuestro corazón- nos damos cuenta de que todo lo que hasta aquí hemos adquirido carece de valor; y que el conocimiento ata por glorioso que sea, porque el hombre debe empezar a enfrentar las situaciones desde el ángulo de vista cósmico, y solamente podrá abarcar la grandiosidad del cosmos cuando su vida individual sea pura, libre y entre la fuerza íntima o el alma… Tiene ya el Redentor, no existe ya intermediario alguno, sea de la naturaleza que sea; porque si Dios está en nosotros -y en eso están de acuerdo todas las religiones del mundo- ¿por qué necesitamos intermediarios?…

 
De la conferencia Los Eregores, 1 de enero de 1981

Fases del camino

El ingreso en un Ashrama de la Jerarquía Espiritual del planeta exige ciertos necesarios e indispensables requisitos, principalmente el desarrollo de la buena voluntad del corazón y un notable desenvolvimiento del principio mental. Posteriormente, del desarrollo y fusión de ambos aspectos surgirá esplendente el principio de la intuición que ha de permitirle al discípulo comprender el alcance de ciertas claves mágicas y realizar con éxito el trabajo preparatorio que ha de llevarle a la iniciación.

Diario Secreto de un Discípulo, pag 13

Cristo Creador

«Me pregunto si será posible algún día que establezcamos un reino en nuestro corazón, que es realmente la misión del hombre en la Tierra, teniendo en cuenta que cuando hablo de Cristo no hablo de una persona, no hablo de historia, del Cristo histórico; me refiero al Cristo Cósmico que está en el corazón de todos y que no obstante, debe desarrollarse al punto de crear el nexo de unión entre los otros reinos de Dios, lo cual significa que aquí en la Tierra podemos ser realmente cristianos a la vez que creadores y que por lo tanto, podemos crear un nuevo mundo basado en el Amor y en la Compasión, y no en la crueldad y el afán de conquista.»

De la conferencia Los Egregores, 1 de enero de 1981