La humanidad esté constantemente atravesando las tensiones necesarias para hallar su camino espiritual, el hecho de que la humanidad no haya comprendido todavía exactamente lo que es la Verdad, la Luz y la Fraternidad, y el Amor todavía es una palabra, una palabra sin significado espiritual alguno.
La humanidad está luchando entre sí por pequeñas razones, razones de parcela, razones de grupo, razones de conveniencia personal, ha motivado siempre, desde el principio en que la humanidad empezó a existir, la atracción hacia la Tierra de Aquellos que llamamos Mensajeros de Dios, que traen la Verdad, que traen una comprensión del Amor y la Justicia del Reino. El hecho de que cíclicamente coincidiendo con el devenir de las Eras llegue algún instructor espiritual, algún avatar es algo que está dentro de la propia Ley de la Divinidad que vela por sus hijos.
Pero lo importante es que venga el Avatar porque el Avatar reúne las condiciones precisas que corresponden a una Era determinada, sea Cristo, sea otro nombre, es el Avatar, es «Aquél que viene», es «Aquél que toda la naturaleza espera» porque constituye el faro luminoso que indica el Camino a seguir para las personas inteligentes, para las personas de buena voluntad.
Conferencia de 19 octubre 1985