«…muchas personas creen que su responsabilidad es sentarse delante de una máquina de escribir y trabajar ocho horas o las que sean, pero la responsabilidad espiritual es que afluya de nosotros amor hacia todos los demás y una gran comprensión hacia ellos, aunque su proceder no nos guste. Si la humanidad estuviese sujeta al criterio de los hombres nunca se redimiría. Hay que tener la abundancia de amor de Cristo…»
El Misterio de las Comunicaciones Cósmicas, conferencia 14 de mayo de 1988