“El arte de la Magia que tratamos de poner al alcance de los verdaderos y sinceros aspirantes espirituales de nuestros días, ha de asentarse naturalmente en el correcto desarrollo de los centros o chacras etéricos, lo cual exigirá de ellos un tremendo esfuerzo de juicio y voluntad y una fuerte dosis de amor impersonal, así como el humilde reconocimiento de que poder alguno alcanzado no ha de redundar en provecho individual, sino que ha de ser una aportación inteligente a la evolución del conjunto de la Raza.”
Magia Organizada Planetaria, 1ª edición electrónica, p.43