Observación de los pensamientos

Podíamos decir también que uno de los sistemas utilizados en ciertos ashramas es observar los pensamientos, observarlos simplemente, no adhiriéndonos a los pensamientos, porque la adherencia a un pensamiento lleva a la confusión mental, a la vorágine mental, al remolino, a esta fuerza impulsiva que deja la mente en poder de los pensamientos y entonces ya no se convierte en un instrumento del pensador. Pero si tenemos esta fuerza impulsiva en la mente, que es la intención, entonces puede cambiar radicalmente.
 
Un pensamiento vigilado, un pensamiento profundizado deja de ser, queda destruido porque todos están constituidos de substancia mental, entonces lo que hay que buscar es que el pensamiento no se adhiera a la substancia mental, y esto solamente puede hacerse cuando se examina el pensamiento, o el grupo de pensamientos, en profundidad, observándolos directamente.
 
Conferencia 28 junio 1984