Seamos «la sal de la tierra»

Bueno, en esto de las épocas hay que mirar no solamente su progresión hacia nosotros en forma de energía astrológica sino también la reacción del hombre en ese aspecto, cómo puede reaccionar a los impulsos no anacrónicos, vitales que vienen a nosotros constantemente.

 Hay mucha buena voluntad en el corazón de los seres humanos, y es un canto de esperanza, y hay grandes pensadores y hay personas como ustedes que están perdiendo una tarde, o ganándola quién sabe, escuchando algo, en vez de prepararse por ahí como hace todo el mundo buscando únicamente distracción, entonces en ustedes hay fuerza invocativa, hay poder espiritual, y en tanto subsista en ustedes el poder espiritual hay la posibilidad de que Cristo venga.

Conferencia 9 septiembre 1978