Propuesta para recoger reflexiones del libro «Diario secreto de un discípulo»



Estimados Amigos/as
…estamos
pensando en publicar un monográfico con los comentar
ios, reflexiones
e ideas que el Diario Secreto de un Discípulo esta suscitan
do en
todos vosotros. Pensamos que un boletín con todos vuestros
comentarios será un buen punto de encuentro para debatir y conversar
como buen
os amigos sobre los diferentes capítulos del libro. Desde
La Asociación nos comprometemos a recoger los comentarios y las
reflexiones de los que participeis, dejando abierta la
interpretación de los mismos al discernimiento de cada uno.


Tal
y com
manosunidaso se comenta en El Diario Secreto de un Discípulo, la
comunicación es relación y e
s el medio de unificación de todo lo que
conocemos. Así mismo, relacionar la
s líneas de investigación que se
proponen en los diferentes capítulos es un reto
que nos permitirá
tejer líneas de comunicación más allá de las palabras. El valor real
de una información, además de ayudar a comprender mejor las cosas,
se produce cuando se combina con otras informaciones para formar
nuevas ideas; ideas que resuelven problemas, que ayudan a las
personas y que hacen las cosas mejores y más útiles.

Desde estas líneas os animamos a
compartir todo lo que consideréis necesario, apropiado y oportuno, y
sobre todo a utilizar ese Lenguaje del Corazón, que de forma serena,
natural, sin deformaciones y sin esfuerzos ayuda a expresar y/o
cultivar lo que realmente somos.


Esta serena forma de pensar y compartir indica voluntad de acción;
nos ayuda a despertar los valores espirituales y nos permite
adentrarnos en ese lugar dentro del Ser donde hay Libertad
Espiritual
. Tener en cuenta
que la enseñanza espiritual es aceptada principalmente por los
efectos que se producen en la vida y por su valor práctico para
resolver los problemas de la humanidad.


En Servicio y Unidad de Propósito,

El
Equipo de la Asociación

E-mail: info@asociacionvicentebeltrananglada.org

Leer más

Una resolución vital para cambiar el mundo

Interlocutora. — Has hablado de la humildad, muchas veces se ha practicado de una forma que no es la verdadera, yo aquí quería decir que los verdaderos místicos sí que han encontrado en todas las épocas el camino de la auténtica humildad. Santa Teresa decía que la humildad es la verdad, y siendo una mujer en aquella época que la mujer era tan poca cosa en la sociedad en el aspecto de emprender cosas grandes, de hacer avances en estos aspectos y tal, tuvo el valor de hacer una gran reforma, tuvo el valor de andar por pueblos, por sitios desiertos para sus ideas llevarlas a la práctica, es decir, tenía una intuición creativa enorme porque vivía en la verdad y en la  humildad.

Vicente. — Sí, pero nunca dijo “soy humilde”. ¿Se da cuenta de esto? Que cuando hablo de humildad, hablo de la humildad no de la persona que dice soy humilde, como aquella persona que dice ser honrada. Cuidado con esas personas. La verdad, la humildad, las grandes cualidades del espíritu nunca se mencionan en forma personal, son entidades magnéticas con las cuales podemos ponernos en contacto

 Conferencia 9 septiembre 1978

La intuición: avenida del plano búdico

Sólo diremos que la mente de Dios es perfecta, al menos desde nuestro punto de vista, y que al dejar de pensar pensamos con Su Mente, y el pensar con esta mente de Dios se denomina intuición y es la avenida del plano búdico; no hay otra avenida al plano búdico; no hay otra avenida para la iniciación, porque, repito, el paso que va de  la primera iniciación a la segunda está cubierta a base de silencio, y el silencio es cada vez mayor, hasta que llega al silencio absoluto de la cuarta iniciación que tiene lugar en el cuarto subplano del plano búdico, en el centro místico del Universo en donde el movimiento es tan rápido que da la sensación de que todo está parado; y sin embargo, de allí se gesta la gran aventura de síntesis, y Agni Yoga y todas las la grandes avenidas de contacto con Shamballa arrancan del cuarto nivel, del cuarto plano, es decir, el plano búdico. Y claro, diréis. “Hay una técnica para llegar ahí”. Sí, la técnica de la expectación, no hay otra; no se puede utilizar un medio distinto a la finalidad; el silencio debe estar desde el principio y culminar en el final, en la realización, en la iniciación, la más absoluta que queráis. Pero, todos son medidos en términos de silencio o de expectación, una expectación a grados inverosímiles, indescriptibles, tan difícil como puede ser por ejemplo poder describir un ángel, acostumbrados como estamos a ver a las personas, pues más difícil todavía es imaginar lo que puede ser la expectación en ciertos niveles.

Conferencia 28 junio 1984

 

Serena Expectación : Norte y guía en esta Nueva Era

En un principio, cuando Krishnamurti después de ser presentado como un Instructor del Mundo, empezó a dar su verdadero mensaje, un mensaje típicamente de Agni Yoga, del 1er Rayo, el mundo no podía aceptarlo porque establecía un nuevo tipo, digamos, de acercamiento a la verdad: ya no se trataba de buscar la verdad a través del conocimiento, a través de la disciplina, o a través de cualquier ejercicio, y fijaos bien que Krishnamurti siempre dice: “Observad muy profundamente”. ¿Y cómo puede ser que una mente cargada de problemas, cargada de conocimientos, por esotéricos que sean, penetrar en el silencio en donde está la verdad? Es imposible; por lo tanto, lo que preguntaba Ana, no sé si está atenta ahora a lo que estoy diciendo, lo que estabas preguntando tú tiene que ver precisamente con esto, fijaos si es fácil perder la atención. Entonces, si Dios perdiese un poco de atención el Universo se desharía enseguida. Si alguna vez tenéis silencio en el grupo es porque estáis atentos. Cuando se produce aquel silencio expectante que decís: “Yo no lo he provocado y sin embargo está ahí”, es porque hay una observación interna que se está realizando. No diré que se ha llegado a la perfección de un estado, pero que existe un tremendo empeño en lograr ese estado. Pero, claro, el fin y el principio deben ser la misma cosa; si queréis el silencio, debéis mantener la mente en silencio y ya a pasar a otra cosa. Para pasar al silencio hay que estar muy observantes, muy atentos, muy expectantes. La expectación, según se dice en el ashrama, es una palabra clave para esta era. La expectación no tiene el significado digamos muy claro para la mente occidental. Pero expectación significa al mismo tiempo observación, profundidad; y dentro de esto una sutileza de discernimiento, del cual no hacemos conciencia, porque si estamos conscientes en el discernimiento es que tendremos también materia mental que utilizar, y tendremos que estar muy atentos en el discernimiento para que el discernimiento no nos atraigan a la mente, a la acción, digamos de la confusión mental. Es decir, es algo que yo creo que lo hemos dicho tantas veces que puede parecer incluso un contrasentido volverlo a repetir; sin embargo, es lo que ha de constituir vuestro norte, vuestra guía, vuestro todo. Así se me fue confiado a su debido tiempo y así lo he conseguido yo. Para mí la serena expectación tiene un sentido, un sentido absoluto; me permite controlar el pensamiento a voluntad, porque el pensamiento viene a ser nada más y nada menos que un instrumento, igual que la mente, y dentro de la mente, como un instrumento mayor, pequeños instrumentos dentro de esta máquina mental que debe ser nuestro instrumento, el que podamos utilizar, que podamos pensar y dejar de pensar a voluntad. Y esto que parece la gran dificultad es sin embargo la técnica perfecta de la Nueva Era.

Conferencia 28 junio 1984

 

 

Profunda atención a nuestros problemas

Así que la mente ideal desde el ángulo de vista muy esotérico es la mente completamente vacía. Y diréis: ¿Qué pasa con la mente vacía?… Simplemente que está bajo el poder o bajo el control del pensador, lo cual no ocurre cuando está pensando, a menos que el pensador decida pensar o decida utilizar un grupo de pensamientos para dar forma a una idea, que puede ser una idea arquetípica. Pero daos cuenta que cuando mejor os encontráis es cuando estáis en silencio, cuando estáis ensimismados podíamos decir, cuando la mente queda completamente vacía, no hay divagación y entonces existe la plenitud del pensar, y el pensador está dentro del centro de la mente, porque no hay ningún pensamiento que altere su propia radiación. Y a un lado muy pequeño de la mente existe el bagaje subconsciente que es lo que utiliza el pensador cuando quiere pensar, tiene esa facultad de pensar que utiliza el propio Dios. Entonces cuando estamos pensando, o somos pensados, mejor dicho, porque no podemos alterar el pensamiento, no podemos controlarlo, estamos sujetos al pensamiento, entonces sucede que vamos en busca de disciplinas. Pero, la Nueva Era no da disciplinas, solamente se le pide al discípulo que observe atentamente el problema, y el problema puede ser mental, puede ser emocional, puede ser físico. Parece una idea paradójica que la observación profunda de un problema pueda liquidar este problema. No sé si habréis hecho alguna vez la experiencia de examinar un problema en el nivel que sea con toda la intensidad de vuestro corazón y ver después lo que sucede. Es una experiencia realmente importante; y no podéis penetrar muy dentro del sendero si no observáis atentamente vuestros problemas, porque la observación es la única manera de liquidarlos. Peguntaréis quizá: ¿y la acción?, ¿qué entendéis por acción?, ¿liquidar un pensamiento utilizando una disciplina, utilizando medios mecánicos, medios físicos, medios mentales, medios emocionales? La atención es la base del propio pensamiento, de la propia idea, del propio arquetipo, porque está enlazada con el propósito de la Divinidad, lo cual significa que la atención profunda está conectada con Shamballa, y no tanto con la Jerarquía. La Jerarquía permite todavía para los discípulos en los ashramas del cuarto Rayo, o del segundo y del sexto, de utilizar en cierta manera materia emocional; pero tendrá que ser una materia tan delicada que la imaginación no altere el rumbo de la intención del Yo, que es un reflejo de la intención del propio Creador.
 
Conferencia 28 junio 1984