Siempre «Aquí y Ahora»

La liberación es un desafío y al propio tiempo una responsabilidad, es un deber, no se trata de que sea una promesa para el futuro, aquí y ahora es la base. ¿Por qué decimos aquí y ahora? Porque no existe otro momento que éste y no existe otro lugar que aquí, porque donde quiera que ustedes estén estarán presentes aquí y ahora, por lo tanto, si llevamos la progresión de los sentidos superiores a este punto de tensión creadora desarrollaremos las capacidades mentales desconocidas. ¿Qué sabemos realmente del discernimiento claro? No podemos progresar por la línea de las facultades psíquicas al mundo de la intuición sin haber reprimido las tendencias emotivas del ser y desarrollando las capacidades mentales de control y de dominio de todo el conglomerado, a fin y efecto de que el registro de los hechos que se realiza aparte de nosotros porque lo realizan los ángeles y que están introduciendo en el átomo permanente todo cuanto estamos realizando, todo cuanto estamos pensando, todo cuanto estamos sintiendo, estamos creando una gran maquinaria para hacer la historia del futuro. Pues esto queda condensado precisamente por esta tendencia del hombre de ascender hacia arriba y mirando hacia dentro, pero siempre progresando dentro de los límites estrictos de aquí y ahora. Se trata, por lo tanto, de vivir en forma creadora, con una gran tensión, dándonos cuenta de que si así lo hacemos podremos realmente desarrollar los sentidos necesarios para comprender la existencia real del Yo, qué es el Yo, y cómo el Yo se manifiesta, cuál es su mecanismo de expresión y qué es lo que debe realizar el Yo Espiritual a través de este triple mecanismo: el mental, el emocional y el físico a través de los átomos permanentes.
 
Conferencia de 10 de Junio de 1978

Nuestra responsabilidad en la vieja y la nueva historia de la humanidad

 Vicente.— En nuestra conversación del mes anterior estudiamos la idea de los ángeles en relación con el ambiente social de la humanidad. Hay que darse cuenta desde un principio que en estas conversaciones esotéricas cuando nos refiramos o hablemos de los ángeles estamos dando una noción del término científico de energía, nada tiene que ver con los ángeles de la tradición tal como han venido a nosotros a través de las Iglesias organizadas y místicas de la humanidad en el mundo; por tanto, cuando empleemos el término ángeles ustedes pueden automáticamente asignarle el término científico de energía, la energía de la luz, la energía del sonido, la energía que produce por cristalización todas las formas conocidas de la naturaleza.

Por tanto, dense cuenta de algo muy importante, cuando estamos pensando estamos creando unas ciertas formas en el éter, estamos removiendo creativamente el éter produciendo sonidos, colores y formas geométricas. Cuando estamos sintiendo, cuando nuestras emociones surgen del plexo solar, o del corazón en un caso de sentimiento muy agudo, estamos también removiendo creativamente los éteres constituyendo las formas que conformarán lo que podríamos denominar el ambiente emocional del mundo, y cuando estamos pensando también en ciertos momentos de exaltación estamos creando las bases de los arquetipos.

Conferencia de 10 de Junio de 1978

Fraternidad: contactando el centro de paz inalterable

Hoy día, rebasado el ultimó cuarto de siglo XX, el mundo se debate en idénticos problemas, crisis, tensiones y antagonismos que imperaron en el devenir de las razas precedentes o en otras épocas de la historia planetaria. Hay todavía, como entonces, guerras, enfermedades, hambre y calamidades por doquier. Los descubrimientos científicos y el desproporcionado avance de la técnica no han evocado un eco similar dentro de los corazones humanos.

Existe un desequilibrio general y todavía el odio, la crueldad y el íntimo sentimiento separativo corroe las entrañas de la Raza. Así, en tales condiciones, puede aparecer como un contrasentido el tratar de confeccionar un código de valores humanos basados en la fraternidad, el orden y la justicia. Sin embargo, tal es la tarea eterna que ha de emprender el ser humano que ha logrado contactar ciertas áreas de poder espiritual y darse cuenta de que todos los demás seres humanos están debidamente impuestos de idénticos valores y principios y que, por tanto, también pueden y deben esforzarse por establecer contacto con aquel centro de paz inalterable, dentro del corazón, en donde no existen tensiones, conflictos ni miedo…

 

La atención es la puerta al Creador

La atención es la base de la búsqueda del Universo, cuando están atentos se olvidan de sí mismos y cuando la persona se olvida de sí mismo está entrando en los caracteres de la impersonalidad del propio Creador, de ahí que la base principal de la liberación de todo contenido humano es la atención hacia todo cuanto ocurre dentro y fuera de nosotros, desarrollando la capacidad de observar desapasionadamente todos y cada uno de los hechos de la Naturaleza, los que están dentro del propio corazón, y entonces empiezan los Trabajos de Hércules, el gran titán, el que se libera a través de los Siete Rayos y de los Doce Signos del Zodiaco, ahí está la cuestión, el ser o no ser de Hamlet está ahí precisamente, es una pregunta y esa pregunta exige una respuesta, y esta respuesta para nosotros es un desafío que  hay que aceptar, hay que responder adecuadamente a la vida desde el momento en que la vida nos ofrece todo.
 
Conferencia 10 febrero 1979

El poder de la fuerza interior

Bien, si hemos comprendido exactamente todo cuanto estamos hablando de Shamballa, si tenemos en cuenta que no cae una hoja del árbol sin que lleve en sí la bendición del Señor del Mundo, ¿cómo podemos suponer que no estamos constantemente ayudados en este empeño de regresar a las fuentes espirituales de donde procedemos? El misterio es este, tratar de darse cuenta, como decía anteriormente, de que hay una fuerza interior que nos lleva adelante, una fuerza que si dejamos que trabaje en nosotros nos ensalzará hasta cumbres insospechables, que nos convertirá en Dioses en funciones aquí en la Tierra, no simples máquinas vivientes que estamos siguiendo un proceso sin que nos demos cuenta de lo que estamos haciendo, que creamos maquinarias que tratan de medir el orden cósmico, que estamos trabajando siempre técnicamente para crecer en técnica, y que la técnica no ha producido el despertar del amor en nuestro corazón. Sólo la comprensión del momento que estamos viviendo, no el movimiento aparente de lo que estamos viendo a nuestro alrededor, que nos deprime, que causa una sensación de soledad, sino hacernos uno con el misterio que surge de lo más profundo de nuestro Ser, y ser conscientes al propio tiempo de que podemos realizarlo, de que no somos unas máquinas vivientes llevados adelante por un maquinismo que nosotros mismos nos hemos impuesto, y llegar al momento cumbre en la evolución en que siendo tan conscientes de esta verdad nos decidamos a actuar, y la actuación de momento es estar atentos a todo cuanto sucede, no ver la apariencia de las cosas, no hacer caso de aquello que el ambiente trata de introducir falazmente en nuestra mente y en nuestro corazón, sino ser conscientes de que nosotros somos uno con la Verdad, uno con la Vida y uno con el Amor de Dios, y que hay que hacerlo de una manera libre y desapasionada, hasta llegar un momento en que realmente podamos ser llamados con  justicia Hijos de Dios.

Conferencia 23 abril 1986