Y, como consecuencia de todo cuanto vamos estudiando o investigando, hay que tener en cuenta que el Agni-yoga, que opera dentro del corazón y no a través de la mente, ya no se presenta a nosotros con un carácter exclusivo de buscar una verdad intelectual, sino que se presenta bajo el objetivo supremo de que cada uno de nosotros nos convirtamos en la propia verdad, es decir, en la propia sabiduría de la Divinidad, sin temor a arrostrar este gran hecho sintomático dentro de la vida social del mundo, dentro del cual hay tantas tensiones y tantos conflictos. Voy a decirles a ustedes que Agni-yoga, tan sencillo de explicar y tan difícil de realizar, tiene como objetivo supremo hacer que el individuo se reconozca a sí mismo como una parte inseparable de la propia Voluntad de Dios, y que aprenda a distinguir entre su pequeño libre albedrío personal –que siempre limita sus capacidades creadoras- y la Voluntad Omnipotente de la Divinidad. Significa, tal como nos aseguran los grandes textos del pasado dentro del campo esotérico, que el hombre, que es el Hércules de la Tradición, debe realizar Doce Trabajos dentro de su corazón para poder redimirlo del fruto del tiempo, es decir, que es dentro del corazón en donde el tiempo tiene que disminuir al extremo de que no exista ninguna noción de tiempo y dar lugar a que el corazón se convierta en el espacio más allá de toda medida que es la Voluntad de Dios, o que es el Amor de Dios, porque amor, voluntad e inteligencia siempre son la misma cosa, son aspectos del Propósito de la Divinidad en tiempo y espacio.
Desde estas líneas os animamos a
compartir cuantas recopilaciones de Vicente Beltrán Angla estiméis oportuno realizar,
teniendo en cuenta que, a parte de La Venida del Instructor del Mundo o Magia
Blanca, hay otros numerosos conceptos que invitan a ello, como puedan ser El
Triple Proyecto Jerárquico, Serena Expectación, Vida Logoica o Angélica, Agni Yoga, Shamballa, etc.
Como nos recuerda Vicente, un
libro se escribe y con el tiempo puede cristalizarse porque ha quedado grabado ya, pero el corazón
continúa marchando siempre. Es por ello que los libros sólo contienen las verdades
que contienen la semilla de evolución de cada época.
El Equipo de la
Asociación
Conferencia 1 de abril de 1981
Apreciados
amig@s, nos complace
informaros la publicación oficial de la edición electrónica del 10º libro de
Vicente Beltrán Anglada, Introducción al Agni Yoga . Las próximas semanas
publicaremos los dos libros que faltan y que son recopilaciones de conferencias,
La Venida del Instructor del Mundo y Magia Blanca.
Tal y como nos comenta Vicente en este libro, el AGNI YOGA,
asentado en el Corazón, debe resolver definitivamente los problemas del tiempo
y reducir progresivamente el volumen del karma. No hay que ser impulsivos ni
impacientes. El trabajo a realizar dentro del corazón ha de ser tranquilo,
suave y sereno…desde estas líneas o animamos a cumplir de forma nueva y
dinámica la representación subjetiva del Reino de Dios y no hemos de olvidar
que esta es una actividad del Corazón.
El Equipo de la
Asociación
Interlocutor. — De todas formas has hablado e insistido muchas veces sobre el tema de la atención, entonces yo creo que en todos estos puntos que has estado comentando, en esa meditación que también has explicado, es la atención para hacer ese camino, ¿no?
Vicente. — Naturalmente. Cuando decía, por ejemplo, que no hay que hacer resistencia a los acontecimientos, me refería a que hay que observar los acontecimientos, no hay que rehuirlos, pero no hay que luchar contra los acontecimientos, no hay que luchar contra nada, porque la lucha forma parte del problema, dense cuenta. Entonces, si dejamos de luchar, el problema no tiene consistencia para que tú puedas resistirlo, desaparece, se esfuma.
Dense cuenta de algo muy importante, estamos aquí tratando de buscar algo que tenemos, y si se dan cuenta de que buscar algo que sabemos que lo tenemos dentro, el problema de buscar algo que es nuestro propio ser. Pues bien, tienen ustedes una noción de este ser, que aparentemente se ha perdido, cuando están muy atentos, cuando están observando serenamente las cosas, cuando tienen serenidad en el corazón y no luchan, entonces, sin darse cuenta, sin pretenderlo siquiera, están entrando en el misterio de la soledad, pues se nos dice que si vino el Cristo fue para redimirnos, yo creo que vino para testimoniar estos estados que el hombre forzosamente tiene que atravesar
Conferencia 1 de abril de 1981