Dense cuenta que todo el Universo no es sino la expresión de un aspecto de la Divinidad, que los planos son representaciones objetivas de esta Divinidad, que los reinos de la naturaleza dentro de este plano están tratando de cumplimentar esta fuerza mágica de la evolución, y que cuando el ser humano llega a cierto punto en que se hace consciente de sí mismo empieza ya a modelar para su propio Señor de Rayo un campo de posibilidades.
Luego, tenemos la responsabilidad de crear un camino para los rayos, si nuestra tendencia es hacia la política, seamos buenos políticos, si nuestro punto de anclaje es la religión, seamos realmente religiosos, no seamos dogmáticos, seamos personas libres dentro de la religión, no creemos estructuras para quedar presos dentro de las mismas, no creemos organizaciones, creemos organismos, esta es la base de un rayo.
Si somos filósofos busquemos activamente la verdad, y si somos científicos tratemos de revelarla objetivamente, si somos artistas que la gran fuerza de este misterio latente de armonía en el Universo pueda manifestarse plenamente a través de nuestras características humanas. Si somos devotos, la devoción es extraordinaria, pero no podemos prestar la devoción a las cosas pasajeras, depositemos el corazón en cosas grandes y elevadas para poder salir así de este sentido limitador de la vida, y si queremos ser realmente buenos discípulos empecemos por aplicar correctamente la magia.
Conferencia 12 de Junio de 1976
¿Usted conoce el misterio del yo trascendente? Existen dos cosas. Tenemos el yo inmanente… Suponga que Dios es todo esto, nosotros estamos separados por una pequeña corteza. Este es el yo inmanente, el yo trascendente es todo el cuadro. Dios al crearnos no tiene necesidad de meterse dentro de nosotros, sino que una radiación de su vida nos da vida a nosotros, entonces, tenemos la creación del yo inmanente, el yo dentro de la estructura creada por la mente, la emoción y el cuerpo. Es nuestro yo, pero, es una ilusión porque el yo, de hecho, es el mismo yo limitado en espacio y tiempo. Cuando digo esto es para referirme a que las personas acostumbran a crear un mito de las cosas, y este mito puede ser engañoso, lo que ocurre con cualquier organización religiosa que, al crear una estructura, sitúa todo dentro, ¿no es verdad?, porque mientras esté solamente dentro habrá una cosa inmanente pero no habrá trascendencia. ¿Qué pasa con el dogmatismo? Es una cosa cerrada, por lo tanto el dogmatismo no puede dar una idea de lo trascendente, da solamente la idea muy limitada todavía del yo inmanente. Ahora, cuando el yo inmanente desaparece fundido dentro del mar del yo trascendente, entonces estamos llegando a este punto. Pero, fíjense bien, que ahora me da usted la opción para aclarar todavía más aquello que decíamos de la fusión del espíritu con la materia sin pasar por el alma. Este punto creado del yo que busca ha creado el alma, y a través del alma como intermediario el yo inmanente trata de hacerse uno con el yo trascendente. ¿Qué pasará cuando desparezca esto? El Yo y el yo son la misma cosa. La gota no se ha volcado en el mar sino que el mar se ha volcado en la gota, entonces será el yo trascendente siempre ya. Ahora bien, en relación con otros sistemas solares quizás el yo trascendente no sea sino un pequeño punto inmanente, es lo mismo, porque en la vida del cosmos todo es un tejer y destejer mundos y sistemas solares. Claro, esto tendría que darnos la idea de lo que es la humildad, de ser humildes hasta donde podemos penetrar en el sentido de la humildad. Solamente darnos cuenta de que todo aquello que para nosotros es lo más grande, es Dios, solamente es una fracción, una pequeña parte física de una serie de sistemas superiores. Y no hablamos ya de Betelgeuse y Aldebarán, que son estrellas dentro de las cuales caben millones de soles. Seamos humildes pues, la gloria del esotérico o del místico es ser humildes. Reconocer que el conocimiento no es ni más ni menos que tratar de profundizar en el propio sentido de valores para extraer humildad, porque es por la humildad que vamos creciendo hacia Dios, que vamos penetrando en su naturaleza.
Conferencia 12 de Junio de 1976
De manera que nosotros, situados aquí y ahora, como es de ley, debemos suponer, utilizando la intuición más que la lógica, que cuando estamos en un estado de expectación o de gran atención, estamos moviendo una jerarquía dévica, descrita en términos ashrámicos, como “Los Señores del Silencio”. Estas entidades son las que han construido y continúan construyendo el antakarana social que conecta a la humanidad con la Jerarquía, y es la misma fuerza que durante el proceso de la meditación conecta la mente inferior con la mente superior o con el Yo Superior, a través del antakarana, este hilo de luz que nosotros estamos creando y que los devas están construyendo. Un pensamiento humano sin contar con los devas no tendría consistencia, porque no tendría lugar adecuado en el éter, que es la morada de los ángeles. De ahí que cuando se utiliza la conocida máxima esotérica: “La energía sigue al pensamiento”, hay que darse cuenta de que el hombre piensa y el deva construye, por lo cual no existe ningún pensamiento humano que no encuentre automáticamente una respuesta dévica del espacio. El proceso de la intravisualización o el proceso mismo de la visualización, no tendrían sentido ni lugar sin contar con los devas, sin contar con los ángeles, no existiría fuerza, ni luz, ni color, ni sonidos si no fuese por los devas. Entonces, no podemos hablar de magia sin hablar de los devas, sin hablar de los ángeles en sus distintas e innombrables jerarquías.
Hay, entonces, que empezar a preguntarse el porqué de muchas cosas, el porqué no existe paz en nuestros hogares, en nuestras profesiones, en nuestros grupos, porque hemos alejado a los devas simplemente, están fuera, están esperando, expectantemente esperando que se cumpla la ley de la reconciliación. Ellos han hecho y están haciendo lo posible para establecer este contacto, pero el hombre, el ser humano está fracasando constantemente. Vean ustedes el aspecto social y, sobre todo, dense cuenta en profundidad de la parte que Uds. tienen en este malestar que se ha ido produciendo en la sociedad que nos rodea y dentro de la cual vivimos inmersos. La comprensión espiritual arranca siempre de la comprensión de los ángeles, de los devas, porque es la comprensión de la naturaleza, que cuando hablamos de la naturaleza estamos hablando de algo aparentemente inerte y no es así, porque todo está vivo, todo está latiendo.
Conferencia de 14 de Noviembre de 1987
Cuando el Maestro imparte enseñanza a sus discípulos, sugiere siempre lo esencial y más oportuno para la obra que debe realizar cada uno en el mundo. Posteriormente entra en acción la conciencia cerebral o física, que recoge de la enseñanza lo que puede ser actualizado inmediatamente para el servicio a los demás. Y es en este centro de conciencia cerebral en donde se definen las dos grandes corrientes de servicio del Ashrama, dentro del Plan de enseñanza que el Maestro ha impartido, una intelectual apta para la mayoría y que abarca sin distinción a todas las personas cultas del mundo, y otra eminentemente espiritual o esotérica que forzosamente sólo podrá llegar a pequeños núcleos o minorías selectas en el orden espiritual. El Ashrama es algo completo en su aspecto de función integradora de la vida. Es el árbol con frutos de intuición pero firmemente apoyado y sustentado en terrenos de conocimiento material o concreto de la vida. Sus miembros sólo persiguen un definido propósito, amarse mucho y sinceramente entre ellos tal como enseñó y practicó Cristo entre Sus discípulos, y servir íntegramente al mundo, llevados por la inspiración del Alma, cuyo instinto natural de Amor sólo puede ofrecer frutos de abnegación, de servicio y sacrificio.
La Jerarquía, Los Ángeles Solares y la Humanidad, págs 75 y 76
Toda la voluntad del hombre es aquella reserva que ha logrado adquirir de la herencia divina, de la voluntad de Dios, y esto puede ser dicho igualmente con respecto al amor o con respecto a la inteligencia. Unas personas tienen más inteligencia que otras pero quizá no tengan tanta voluntad y otras personas pueden tener mucha inteligencia y carecer de amor o carecer también de voluntad. Por lo tanto, sin embargo, todo el amor, toda la voluntad y toda la inteligencia que está en el hombre proceden de Dios, y es la cantidad —si podemos decirlo así— de voluntad, de amor o de inteligencia que desarrolla un hombre, es lo que nos da una prueba de su acercamiento a Dios. Ahí está el principio de la magia de la acción, es decir, aquel que en la vida se define hay que unirse a él por semejanza, pues tales son los asuntos del Padre, está escrito en la Biblia.
Por lo tanto, todo esto que estamos diciendo es muy antiguo y es muy moderno, porque carece de tiempo, porque Dios crea un Universo y nosotros creamos situaciones. No tenemos el poder de crear un Universo pero ¿acaso un ambiente familiar o un ambiente social no es un Universo? Con sus devas actuantes, con sus fuerzas invisibles, creando una atmósfera de paz o de desequilibrio, hasta llegar un momento en que el hombre se da cuenta que realmente debe reorientar totalmente sus actitudes y llegar a un punto de síntesis, entendiendo que síntesis no es el punto de llegada de una cuestión sino un equilibrio entre varias situaciones, la polaridad, por ejemplo, podíamos decir, la electricidad: un punto positivo, un punto negativo y como consecuencia no del choque sino del equilibrio surge la luz, entonces, la luz es la síntesis, la síntesis de lo positivo y de lo negativo, no una lucha para crear una situación de emergencia o de no-emergencia.
4Conferencia de 13 de julio de 1985